lunes, 12 de enero de 2009

Franco en Linea

ARITMETICA POLITICA
LUIS GUILLERMO FRANCO

En política, uno más uno no siempre significa dos. Parafraseo este enunciado de inicio, extraído de un articulo publicado en Diario de Xalapa hace algunos años y me declaro culpable de no recordar su autora, porque es preciso apuntar que se trataba de una dama quien firmaba el escrito. Esta distorsionada lógica de adición en los asuntos de carácter partidista, tiene muchos ejemplos prácticos que auxilian para clarificar los alcances de esta propuesta. En términos sencillos, podemos ubicar cuando existiendo verbigracia 14 aspirantes a la candidatura del Partido Único de Trabajadores Activos (me disculpo por omitir las siglas de esta fuerza política imaginaria) a la presidencia municipal de San Cirindango (otro pueblo que no imaginé yo, pero que tampoco existe), de pronto una vez que la Comisión de Democracia Interna (nombre asignado por capricho de mi imaginación, pero conducido por las obligaciones del Cofipe en cuanto a que los partidos políticos deben contar con órganos que garanticen su autonomía técnica para manejar procesos de elección de dirigentes y postulación de candidatos) ha culminado la recepción de las solicitudes de registro como aspirantes a candidatos, 12 aspirantes declinan por Mister Chivo, quien tratará de ganarle la nominación al Señor Larios.
Hagamos cuentas, de 14 aspirantes de inicio, sólo quedan vigentes en sus aspiraciones dos individuos. Obviamente los planteamientos de quienes “decidieron” o decidieron retirarse de la contienda, hicieron un comunicado para informar de su desistimiento, con riguroso apego a lo que dictan los cánones discursivos de sumarse al proyecto superior y más alto de evitar proyectos personales en aras de un programa de gobierno que sea efectivo para la comunidad. En este caso la aritmética puede ser engañosa, porque con un criterio inocente, se pensaría de botepronto que el Señor Chivo representa a 13, y en tanto Mister Larios es sólo la unidad desprovista de aliados que puedan ayudarlo. De forma simplista, trece le gana al número uno.
Una fotografía con la docena levantando el pulgar a favor de Mister Chivo, es una imagen que puede resultar engañosa, porque lo que interesa es el número potencial de simpatizantes que en su caso votarían en la elección constitucional, no la ficción que representaría ese bloque que podría llamarse TUCOLA (Todos Unidos Contra Larios). Este escenario que propongo se daría en el ámbito de una competencia interna, insisto, pero también se puede extrapolar a las coaliciones, esa unión coyuntural de partidos para otorgar su apoyo a un candidato en común que representaría los programas de gobierno de las fuerzas coaligadas.
En el contexto real, un aspirante a un puesto de elección popular podría ser abanderado por hasta 5 institutos políticos, pero qué es lo objetivo de esta alianza: la mayoría de las siglas que se unifican en este frente, son fuerzas de representación sumamente marginal, que buscan mantener su registro (aunque las reformas al Cofipe eliminaron los “contratos porcentuales” en los convenios de coalición, en donde de antemano se especificaba la proporción de votos que serían asignados a cada partido) y mantenerse dentro del presupuesto federal merced a unos votos ilusorios que eran arrancados de su justo origen popular.
Con este demonio exorcizado por el Cofipe, se eliminaría naturalmente por voluntad democrática la existencia de una chiquillada hambrienta del asidero de votos pactados por contrato y no por la expresión libre de sufragios. Ante la inminencia de la madre de todas las batallas electorales del Congreso Federal, el PT y Convergencia expresaron su interés por crear la coalición “Frente Amplio Progresista”, lo cual fue rechazado porque ese nombre se trata de (perdón por la redundancia) de un Frente signado también por el PRD, por lo que al no contar con la presencia de este último, no es posible la denominación.
Mientras que el PAN hasta el momento parece que se enfrentará al juicio de las urnas por si solo, el PRI y el Partido Verde han solicitado el registro de la coalición “Primero México”, pero peculiarmente se trata de una alianza parcial en 62 distritos del país. Sin aspavientos, resalta que Veracruz es una entidad en donde no se dará esta alianza, pero en el Estado de México si. Nuestro estado es la cúspide territorial de gobiernos del PRI, porque considerando a los ayuntamientos, mientras aquí se gobierna a 92% de la población; en el territorio mexiquense, los gobiernos municipales conglomeran al 23% de la población, es decir, es la tercera fuerza en el estado más poblado de la república. La aritmética política real se suma con votos, no con una pantalla de mercadotecnia. Comentario:
luisguifranco@hotmail.com

No hay comentarios: